lunes, 23 de marzo de 2009

La película de El Hobbit ya es una realidad


En 2011 verá la luz una de las películas más esperadas de todos los tiempos. El Hobbit llegará al cine en dos partes de la mano de Guillermo del Toro y será fiel al espíritu de Tolkien.

Ya podemos afirmar que el sueño de todos los amantes de la Tierra Media se hará realidad: la versión cinematográfica de El Hobbit, novela que precede a El Señor de los Anillos, verá la luz en 2011. Además, se estrenará una película que enlace ambas historias sólo un año después, algo aún más esperado, pues podría narrar más a fondo el amor entre Aragorn y Arwen, la infancia de Frodo…, es decir, historias inéditas incluso en papel.
La dirección de ambas partes correrá a cargo del mexicano Guillermo del Toro (El laberinto del fauno), quien ha asegurado que será fiel a la historia, a la que dará un enfoque diferente al otorgado por Peter Jackson sin olvidar que se trata del “mismo universo”. Para ello ya ha empezado a documentarse sobre el mundo al que Tolkien dedicó su vida.
Jackson no deja los anillos de lado, sino que participará como guionista y productor. También repetirán Fran Walsh y Phillipa Boyens como guionistas y Alan Lee y John Howe como artistas conceptuales, mientras que Howard Shore seguirá al mando de la música. Todos ellos fueron premiados con merecidos Oscar por su participación en la trilogía, con lo que los fans del libro pueden estar tranquilos.
Sin embargo, la pregunta que todos se hacen sigue sin respuesta. Aunque Ian McKellen, Andy Serkis y Hugo Weaving han anunciado que repetirán como Gandalf, Gollum y Elrond respectivamente, el papel protagonista sigue en el aire. Los rumores han apuntado a conocidos actores como James McAvoy, Jack Black, Martin Freeman o, incluso, Daniel Radcliffe, pero todo indica –en especial, los citados candidatos– que aún tendremos que esperar un tiempo hasta saber quién encarnará al apreciado personaje.
Del Toro ha asegurado que se siente honrado por su elección y que las películas mostrarán multitud de criaturas interesantes, todas ellas creadas mediante las mismas técnicas utilizadas para la trilogía y aprovechando los avances de los últimos años. El rodaje de El Hobbit dará comienzo en 2010 y durará 370 días.
Por tanto, parece que, con la excepción de la dirección, todo se desarrollará del mismo modo que en la elogiada El Señor de los Anillos, con lo que es muy probable que las dos partes de El Hobbit repitan el éxito de la trilogía, tanto entre los críticos, como entre los incondicionales de la Tierra Media.

jueves, 19 de marzo de 2009

Pasión crepuscular


La recientemente estrenada película Crepúsculo está basada en el primer libro de la saga del mismo nombre de la estadounidense Stephenie Meyer, compuesta también por Eclipse, Luna Nueva y Amanecer. La escritora empezó hace poco a escribir el quinto volumen, Sol de medianoche, la visión de Edward del primer libro, pero empezaron a circular copias pirata por Internet y parece que fue tal el enfado de Meyer que esta historia no pasará al papel. Aunque la primera novela vio la luz en el año 2005, 2008 fue, sin duda, el año de Crepúsculo.
Estos libros han recuperado el tema vampírico, al que han dado una nueva perspectiva. Es esta visión del vampiro como una criatura fascinante y hermosa lo que ha llevado a esta saga a situarse a la altura de Harry Potter. Porque no es una simple historia de amor, ni una simple historia de vampiros, sino que mezcla ambos temas perfectamente.
Quizá se deba a que me esperaba algo horrible, pero lo cierto es que la primera película que se ha realizado, dirigida por Catherine Hardwicke, tiene bastantes aciertos. Sin embargo, son muchos también los desaciertos. Quizá, si se lo hubieran tomado con más calma habrían logrado que todo fuera acertado, pero aprovechar el tirón era importante.
Así, algunos personajes, como los vampiros Alice, Carlile y Esme, están magníficamente caracterizados. Otros, entre los que destaca Rosalie, dejan bastante que desear (se supone que ésta es la mayor belleza existente, pero en la película pasa desapercibida).
Y lo mismo sucede con los escenarios y situaciones: algunas han sido realizadas magníficamente, pero otras no tanto. Destaco en este punto el espectacular partido de beisbol entre vampiros, una escena brillante muy bien llevada al cine.
Pero lo que, en mi opinión, más destaca de la película es la nana en la que Edward vierte todo su amor hacia Bella y que, al fin y al cabo, lleva incluida toda la esencia de la historia. Por supuesto, un libro no puede mostrar una canción y por ello es tan importante que la película cumpla bien con su papel. Toda la BSO de la película ha sido realizada con acierto, pero la nana es, sencillamente, uno de los sonidos más bonitos que nunca he escuchado y, sólo por ello, doy las gracias por esta película y espero con ilusión el estreno de Eclipse este mismo año.

lunes, 16 de marzo de 2009

Los anillos toman el poder


De todos los libros que han sido llevados al cine, ninguno ha salido tan bien parado como la trilogía de El Señor de los Anillos, del escritor británico J.R.R.Tolkien, quien concibió la historia como una “mitología” para Inglaterra.
Las tres películas fueron dirigidas por el neozelandés Peter Jackson, quien también se encargo del guión y la producción junto a Barry M. Osborne, Philippa Boyens y Fran Walsh. La música corrió a cuenta de Howard Shore y la fotografía de Andrew Lesnie.
La clave del éxito de la trilogía está en que todo el equipo actuó al unísono y de manera brillante: las imágenes son impresionantes, la música llega al corazón, etc. y los actores, pese a que ninguno recibiera premio Oscar –algo muy difícil en una película coral, pero que, en mi opinión, hubiera merecido, al menos, Sean Astin– encarnaron a los personajes de forma asombrosa.
Así, Elijah Wood encarnó dulcemente a Frodo, el veterano Ian McKellen hizo renacer al mago Gandalf, Viggo Mortensen durmió junto a su caballo para que éste se acostumbrara a al personaje de Aragorn, Liv Tyler estaba más hermosa que nunca como la elfa Arwen, Sean Astin logró que el héroe escondido Sam resulte imprescindible, Dominic Monaghan y Billy Boyd lograron componer uno de los espíritus más alegres de la historia: el de los hobbits Merry y Pippin, Cate Blanchett transmitió todo su poderío a la mirada de Galadriel, Christoher Lee cumplió su sueño de encarnar a Saruman, Miranda Otto estuvo insuperable en su papel de Éowyn, Orlando Bloom y John Rhys-Davies se convirtieron en los inseparables Legolas y Gimli, Hugo Weaving puso su frialdad habitual en el abstraído Elrond, David Wenham mostró el buen alma de Faramir, Bernard Hill asumió el papel de un distinguido rey Théoden, Sean Bean personificó con maestría el carácter de Boromir, el mítico Ian Holm se convirtió en Bilbo, Brad Dourif se caracterizó como el horrible Grima, Karl Urban como el valeroso Éomer, John Noble como el perturbado Denethor y Andy Serkis encarnó a Gollum, una de las criaturas más reales del cine.
Por supuesto, no voy a decir que las películas sean mejores que los libros: no puedo elegir entre mi libro favorito y mi película favorita. La obra de Tolkien puede parecer una simple historia de aventuras y fantasía, pero es mucho –muchísimo– más que eso: transmite y enseña todos los valores que existen: valentía, amor, preocupación por la naturaleza, consecuencias de la guerra, lealtad, amistad, etc. Se trata de una triste concepción del mundo: al final, elfos, ents, magos, hobbits, etc. desaparecen para dar paso a los hombres; pero es una bellísima representación.
Algo así parece imposible de ser llevado al cine –de hecho, Ralph Bakshi realizó una pésima versión animada en 1978–, pero Peter Jackson y su equipo superaron todas las expectativas. Lograron que el espíritu de Tolkien se mostrara en imágenes y con toda la fuerza que permiten las técnicas cinematográficas (podría decir que consiguen que “la obra de Tolkien cobre vida”, pero me parece injusto negar a los libros la posibilidad de crear vida).
Hay cosas que un libro no tiene, como las imágenes: los buenos libros, como éstos, crean unas imágenes mentales magníficas que pueden superar las sensaciones de la realidad, pero las imágenes cinematográficas son otra historia. Las películas de El Señor de los Anillos tienen unas imágenes espectaculares y presentan una música conmovedora que no podría acompañar mejor, algo de lo que un libro carece.
El equipo ha recreado el mágico universo de la Tierra Media (el magnífico lugar en que transcurre la trilogía): todos los escenarios (desde el bello Lothlórien a la oscura Moria) y los trajes (de los esbeltos vestidos de Arwen a las brillantes armaduras de los soldados de Gondor) han sido creados con sumo detalle: el bordado de una manga de la capa de Legolas parece un detalle insignificante, pero todos esos detalles son los que hacen a la Tierra Media tan real. El ambiente creado es fascinante y tanto el lector del libro como el espectador de la película se sumergen en un mundo de magia y luchas entre el bien y el mal (parece lo típico, pero pocos libros o películas tratan este tema de forma que su público sea realmente consciente de ello).
Por todo ello, no es de extrañar que la trilogía en su conjunto haya recibido 30 nominaciones y 17 premios Oscar. A mi parecer, la Academia tardó en reaccionar, pues las dos primeras partes no se llevaron los galardones merecidos y tuvieron que limitarse a premios menores: La Comunidad del Anillo recibió 14 nominaciones, pero sólo 4 premios y Las Dos Torres fue vencida por la simpleza de Chicago. Por suerte, El Retorno del Rey fue galardonada con todos los premios a los que fue nominada subiendo al podio de películas más oscarizadas junto a Ben Hur y Titanic y me atrevo a añadir que, si hubiera sido nominada –tal y como merecía– a mejor fotografía y actor secundario (Sean Astin) hubiera batido el récord de galardones.
Sin embargo, muchísimo más importante que los premios es el haber conseguido que los seguidores de los libros queden eternamente agradecidos con Peter Jackson y todo el equipo, pues han creado una obra magnífica e insuperable que tiene merecido un hueco en la Historia del Cine, tal y como la obra de Tolkien lo tiene en la Historia de la Literatura.

jueves, 12 de marzo de 2009

Bienvenidos


Hola a todos. Llevaba mucho tiempo queriendo hacer esto y por fin me he animado. Este espacio comienza como un blog en que comentaré el paso de grandes libros a grandes –y no tan grandes– películas. Esas son las Historias de Cristal, aquéllas que deben tratarse con mucho cuidado si no se quiere romperlas (la adaptación al cine puede hacerlas brillar como nunca, pero también destrozarlas por completo). Sin embargo, no me limitaré a eso, sino que aprovecharé para hablar de cine y literatura en general e, incluso, de cualquier otro tema. Por supuesto, lo aquí presente será mi opinión (aunque, eso sí, bien argumentada) y no debe tratarse como la única realidad, sino sólo como eso. Todo comentario, tanto a favor como en contra de mi opinión (la cual puede cambiar si recibe una buena explicación) será bien recibido, pues también me servirá a mí para aprender y reflexionar. Gracias a todos. Juan.