viernes, 24 de abril de 2009

Intriga religiosa


Pocos libros han dado más que hablar que El Código Da Vinci, de Dan Brown. Esta novela de misterios publicada en 2003 fue vista como una conspiración contra el Vaticano. Y no sin razón; yo mismo he de admitir que me sentí entusiasmado con los descubrimientos que fui haciendo al leerlo. Lo cierto, es que todo lo acontecido en el libro tiene sentido y, al fin y al cabo, podría ser real.
Pese a los ataques de la Iglesia Católica, la novela fue llevada a la gran pantalla en el 2006 de la mano del ganador del Óscar por Una mente maravillosa Ron Howard y con un reparto de lujo que incluía a Tom Hanks (sendos Óscar por Philadelphia y Forrest Gump), Audrey Tautou (Amelie), Ian McKellen (El Señor de los Anillos), Jean Reno (La pantera rosa) y Alfred Molina (Frida). Sin embargo. Si a esto sumamos la música del justamente oscarizado Hans Zimmer y la participación del propio Dan Brown en el guión, el resultado debería ser magnífico.
Sin embargo, la película no resultó lo esperado. Se hizo lenta y aburrida para quienes no habían leído el libro y bastante decepcionante para los que sí lo habían hecho. La poca fidelidad a éste es inaudita y los cambios del guión cambian la esencia de la novela; esto es especialmente sorprendente si tenemos en cuenta que se contó con Brown.
En definitiva: quizá el libro sea más best-seller que novela de calidad, pero engancha y sume al lector en una gran expectación. La película resulta bastante regular, lo cual me lleva a preguntarme cómo es que veremos Ángeles y Demonios en los cines este año de la mano del mismo equipo. Personalmente, mis únicas esperanzas residen en la intervención de Ewan McGregor (Moulin Rouge), lo que no se si será suficiente para que pierda dos horas de mi vida viéndola.
En cuanto al tema religioso, tanta preocupación del Vaticano sólo resta crecibilidad a una Iglesia cada vez más envejecida. Dejando a un lado la película, la novela resultará muy interesante para aquéllos que deseen tener una idea diferente (irreal, pero no menos que la establecida).

jueves, 16 de abril de 2009

Éxito de lectores y taquilla: Harry Potter


Publicado por primera vez en 1997, Harry Potter y la piedra filosofal es el primer libro de la heptología de J.K.Rowling. Para sorpresa de todos (Rowling confesó que los primeros párrafos fueron escritos en una servilleta), sus ventas fueron creciendo hasta situarlo como uno de los libros más leídos de la historia.
En 2001, la Warner decidió comprar los derechos y realizar la muy esperada adaptación cinematográfica. El resultado fue el esperado: dirigida por Chris Columbus, la película se convirtió en la segunda más taquillera de la historia, por detrás de Titanic. Además, los fans no se vieron desilusionados (al menos, no aquellos conscientes de que una película nunca será igual a un libro).
Los elegidos para encarnar al trío protagonista fueron: Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, que se mantendrían a lo largo de toda la saga como el valiente Harry, el fiel Ron y la inteligente Hermione. Además, se contó con numerosos actores de prestigio, como Richard Harris, Maggie Smith, Alan Rickman y Robbie Coltrane.
Aunque la película fue fiel al libro, hubo numerosos acontecimientos que se cambiaron y otros muchos que fueron eliminados. Pese a ello, la película mantuvo el espíritu de magia y amistad del libro, con una ambientación magnífica del colegio Hogwarts que no lograría superar ninguna de las secuelas.
La segunda entrega (Harry Potter y la cámara secreta, escrita en 1998) llegó al cine en 2002 con un equipo similar al de la primera. Aunque es la más fiel al libro, no tuvo tanto éxito como la primera (la cual obtuvo varias nominaciones a los premios Oscar y los Bafta, sin llevarse ningún galardón). Quizá por ello Columbus ya no se hizo cargo de más entregas (lo cual, en mi opinión, es una lástima).
Pese a que sería absurdo afirmar que Harry Potter sea la saga de libros mejor escrita de la historia, está claro que, no sólo engancha, sino que es capaz de sumergir a millones de lectores en un mundo maravilloso en el que todos querríamos adentrarnos. Su mayor logro consiste en haber introducido a tantos niños en el mundo de la lectura, algo que España le agradeció con el premio Príncipe de Asturias; incluso, se ha planteado hacerle entrega del premio Nobel. En mi caso, debo decir que no hay libro que me haya entretenido más, con lo que un premio así sería más que justo.
Pese a las muchas críticas que se le hacen (incluso, debo admitir, por mi parte), todos los aficionados a Harry Potter estaremos eternamente agradecidos con esta escocesa, que luchó por cambiar su vida publicando un libro, y con Chris Columbus, el único que ha captado la esencia del fantástico mundo imaginado por la autora.

lunes, 6 de abril de 2009

Magia narniana


El león, la bruja y el armario es el segundo libro -el primero, según el orden de publicación- de la heptología de Las Crónicas de Narnia del irlandés y amigo de Tolkien C.S.Lewis.
Aunque no es una saga muy activa y está dirigida a los más pequeños, los libros de Lewis, como sucede con los de Tolkien, están impregnados de una magia especial. Muy preocupado por el mundo y la naturaleza, Lewis incluye seres fantásticos, animales que hablan, árboles con sentimientos, etc. Por todo ello, cualquier lector puede disfrutar de sus libros.
El león, la bruja y el armario es uno de los libros más cinematográficos de la saga, pues incluye muchas aventuras y personajes. Por ello tiene sentido que la compañía Disney y Andrew Adamson, director de Shrek y Shrek 2, decidieran llevarlo al cine.
El reparto sólo destaca por Tilda Swinton y James McAvoy, pero todos los actores -con protagonismo de los más jóvenes- realizan un buen trabajo. Harry Gregson-Williams aporta una banda sonora fantástica, nominada a dos Globos de Oro, que ayuda a recrear la magia de Lewis.
Aunque hay algunos cambios entre el libro y la película, al ser aquél tan corto, ésta resultó bastante fiel. Como sucede con El Señor de los Anillos, la obra cinematográfica potencia las escenas épicas, pero en su conjunto, la adaptación ha sido buena (tanto que verla nada más leer el libro puede resultar aburrido).
Nominada a múltiples premios al sonido, el maquillaje, el vestuario y los efectos especiales y ganadora al Oscar al mejor maquillaje en 2006, la película tuvo buena acogida entre crítica y público, lo que se tradujo en la llegada de El Príncipe Caspian, cuarto libro de la saga -segundo por orden cronológico- a la gran pantalla el pasado año.
Aunque la película gustará a todo niño a quien atraiga la fantasía, el libro porta un espíritu que sólo algunas personas podrán descubrir: es necesario enfrentarse a él con ganas de ver el mundo de otra manera, de sentir emociones distintas y de soñar con una aventura fascinante.

miércoles, 1 de abril de 2009

Divertida y emotiva serie de catastróficas desdichas


Dirigida por el estadounidense Brad Silberling, Una serie de catastróficas desdichas está basada en los tres primeros libros de la saga del mismo nombre de Lemony Snicket (apodo del escritor también estadounidense Daniel Handler). Pese a recibir cuatro nominaciones a los premios Oscar de 2004, la película no es demasiado conocida.
Los libros de Lemony Snicket están plagados de momentos emotivos y, también, muy divertidos. Lo mejor de la película es que ha captado el humor del autor sin repetir casi ninguna gracia (lo que hace que nadie se pueda aburrir si lo lee tras ver la película).
La historia trata de tres niños huérfanos (interpretados por los maravillosos Emily Browning, Liam Aiken y Shelby Hoffman) increíblemente ocurrentes que deben pasar por diversos parientes: el malvado conde Olaf, el tontorrón tío Monty y la asustadiza tía Josephine, encarnados magistralmente por Jim Carrey, Timothy Spall y la gran Meryl Streep respectivamente.
Si el libro tiene su esencia en la curiosa narración de Snicket, la película destaca por el uso del color, difuminado y triste, que refleja aquello que las situaciones no hacen: la tristeza de perder a los seres queridos. Porque entre todos los momentos de risa, también ha muchos de reflexionar y emocionarse.
Personalmente, creo que ni el libro ni la película se han llevado el reconocimiento que merecen, pero puedo estar tranquilo por saber que yo los he disfrutado.