lunes, 3 de agosto de 2009

Corazón literario


Algunos libros son más difíciles de adaptar que otros. Corazón de tinta, de Cornelia Funke, por ejemplo, tiene su esencia en los libros. De ahí que resulte irónico pensar en su paso a la gran pantalla. Pero así ha sido, y 2009 ha visto en su cartelera Corazón de tinta, la película, dirigida por el poco conocido Iain Softley.
Mo tiene una extraña habilidad: cuando lee, algunas cosas de nuestro mundo entran en los libros, y objetos o criaturas de los libros salen al mundo "real". La idea es realmente original e interesante, pero el desarrollo -tanto por parte de la autora como del director- no lo es tanto. Así, personajes y situaciones son, en su mayoría, repetitivas, y la acción algo pesada en algunos momentos. Pese a ello, se trata de una historia entretenida.
Lo mejor del libro son las constantes referencias a la lectura y el mundo de los libros (por ejemplo, cada capítulo comienza con una magnífica cita de alguna novela importante). El problema es que esto es difícil de llevar al cine.
El reparto mezcla a actores consagrados (los ganadores del Oscar Helen Mirren y Jim Broadbent), actores conocidos (Brendan Fraser, Sienna Guillory, Paul Bettany y Andy Serkis) y nuevos actores (Eliza Bennett y Rafi Gabron). En general se trata de un buen reparto, pero en ocasiones los actores parecen fuera de lugar.
La fotografía y la banda sonora están bien, pero la película ganaría mucho si la calidad de estos detalles fuera mayor (desde luego, no creo que nadie piense en ella a la hora de los Oscar)
En definitiva, se trata de una buena historia perfecta para entretener durante dos horas, pero no para aparecer en un libro sobre cine... En cuanto al libro, los amantes de la palabra escrita disfrutarán con las maravillosas referencias a la literatura que la película olvida.

martes, 28 de julio de 2009

Por fin

Harry Potter y la Orden del Fénix es el nombre de la quinta entrega de la serie Harry Potter, publicada como novela en 2005 y estrenada como película en el 2007.
J.K.Rowling hizo del quinto libro el más largo de la saga, con más de 800 páginas llenas de acción y oscuridad: pocos aceptan el retorno de Voldemort y Harry queda tachado de mentiroso, lo que lleva al ministerio a inmiscuirse en Hogwarts y a los alumnos a no quedarse de brazos cruzados. Pese a ello, la adaptación supondría la película más corta de la serie.
Se trata, además, de la primera película de la saga dirigida por un inglés, David Yates, quien repetiría en las siguientes entregas. Quizá es el punto de vista británico lo que hace que esta entrega supere cuantiosamente a la anterior en fidelidad a la novela y calidad. Menos afortunada es, sin embargo, la falta de John Williams al mando de la banda sonora, algo que ya se notó en la entrega anterior.
En cuanto al reparto, destaca la incorporación de dos actrices británicas como las dos nuevas villanas: Imelda Staunton, como la absurda y cruel profesora Umbridge, nueva directora del colegio, y la siempre brillante Helena Bonham Carter, como la despiadada mortífaga Bellatrix Lestrange, magníficamente encarnada. También es acertada la llegada de la inexperta -pero fan, algo quizá más importante- Evanna Lynch como la excéntrica pero adorable Luna Lovegood.
Quizá nos encontremos ante la entrega que menos protagonismo da a Harry, Ron y Hermione, quienes lo ceden parcialmente a personajes como Ginny o Neville, que serán vitales para el desenlace de la saga. Por otro lado, Harry se enfrenta a su primera relación amorosa, bastante recortada en el film.
Pese a que se trata de la séptima película más taquillera de la historia, siendo sólo superada por la primera entrega si nos centramos en Harry Potter, la película no recibió ninguna nominación a los premios Oscar. De hecho, Harry Potter y la Orden del Fénix da como resultado una película que, probablemente, deleitará más a amantes del mundo de Harry Potter que a cinéfilos. Como cinéfilo y seguidor de Harry Potter, opino que Yates ha sacado a Potter del espanto a que lo sometió Mike Newell, pero pido más para el final de la saga.

sábado, 20 de junio de 2009

El thriller de moda


Cuando el sueco Stieg Larsson murió en 2004 dejó tres novelas inéditas que se agruparían en la trilogía Millennium para atraer a millones de lectores de todo el mundo.
La primera parte, Los hombres que no amaban a las mujeres, ha sido recientemente llevada al cine en una producción sueca obteniendo un gran éxito mundial pese a contar con un equipo, tanto técnico como artístico, completamente desconocido.
La historia gira en torno a la desaparición de la joven Harriet Vanger en medio de una reunión familiar, lo que convierte a todos los Vanger en sospechosos de asesinato. Cuarenta años después, el avispado periodista Mikael Blomskin y la misteriosa hacker informática Lisbeth Salander -magníficamente encarnados en la película por Michael Nyqvist y Noomi Rapace, respectivamente- se embarcan en la investigación del caso, que pronto relacionan con una serie de terribles asesinatos de jóvenes mujeres. Varios personajes masculinos hacen honor al título del libro, convirtiéndose el desprecio de algunos hombres hacia las mujeres en en la clave de la historia.
Si el libro está más dirigido a amantes del género, la película atraerá a todo tipo de público. Aunque la palabra "best seller" no es muy positiva, la historia es intrigante y emocionante y, pese a que en algunos momentos parece que los asuntos se resuelvan de un modo demasiado simple, se trata de una buena historia tanto en papel como en pantalla.

sábado, 13 de junio de 2009

Harry Potter de mal en peor


Harry Potter y el cáliz de fuego es el nombre del cuarto libro de la saga de J. K. Rowling. Pasó al papel en el año 2000 y a la pantalla en el 2005.
Esta entrega gira en torno al Torneo de los Tres Magos, que enfrenta a alumnos de tres prestigiosas escuelas de magia a lo largo de todo un curso con una serie de pruebas que ponen a prueba a los jóvenes magos. Harry, el participante más joven, deberá hacer uso de todas sus habilidades para salir con vida.
Rowling sigue el camino hacia la oscuridad comenzado en el libro anterior (la película sería por primera vez calificada para mayores de 13 años) para escribir el libro más largo de los siete que componen la saga. Harry y sus amigos ya no son niños, y a los problemas con la magia se suman los de cualquier adolescente de hoy en día.
La película fue dirigida por el británico Mike Newell (Cuatro bodas y un funeral), recomendado por el propio Alfonso Cuarón, director de la tercera parte (quien no pudo dirigirla por estar a cargo de El laberinto del fauno) y el resultado es, en mi opinión, la peor película de la saga con diferencia.
Newell trata de mezclar humor, terror y fantasía logrando un humor de vergüenza ajena, un terror barato y una fantasía relegada a un segundo plano. El guión olvida multitud de partes importantes del libro y añade otras carentes de interés.
Los personajes resultan, por primera vez, algo repelentes y, en muchos casos, se cambia su personalidad con respecto al libro (como en el caso de Cedric Diggory, interpretado por el vampiro de moda, Robert Pattinson). Destaca positivamente la llegada de Brendan Gleeson, como el extraño profesor Ojoloco, Miranda Richardson como la graciosa y malvada periodista Rita Skeeter y Ralph Fiennes, quien encarna a Lord Voldemort, el villano de la saga, al que por fin ponemos cara.
Sin embargo, un reparto extraordinario y unos buenos decorados -la única nominación a los Oscar que recibiría la película pertenece a la categoría de mejor dirección artística- no es suficiente para salvar una película terrible desde el primer minuto que sólo gustará a aquéllos que, sin haber leído el libro, se dejen impresionar por los magníficamente creados dragones y sirenas.

lunes, 1 de junio de 2009

Un puente hacia el corazón


Cuando el hijo de Katherine Paterson perdió a su mejor amigo, ésta no sabía cómo ayudarle. Por ello, decidió escribir una maravillosa historia sobre un niño solitario y descuidado por su familiar cuya vida cambiará con la llegada de una niña increíble.
La historia va directa al corazón de los lectores y mezcla fantasía y realidad: batallas en mundos mágicos frente al otro tipo de lucha que viven los niños en las aulas de los colegios. Se trata de Un puente hacia Terabithia, que fue publicado por primera vez en 1977.
En el año 2007, la novela fue adaptada al cine gracias a la dirección del inexperto Gábor Csupó y al guión de Jeff Stockwell y David Paterson, quienes supieron adaptar la historia sin dejar de lado ningún detalle importante e, incluso, mejorándola. Se trata de un equipo poco conocido, correspondiendo la deliciosa música a Aaron Zigman.
Tampoco el reparto destacaba por su prestigio, aunque sí por su calidad. De hecho, no concibo la película sin Josh Hutcherson, AnnaSophia Robb y Bailee Madison, ganadores del premio Young Artist por su enternecedora actuación. El reparto se completa con Robert Patrick como el duro padre del protagonista y Zooey Deschanel en el papel de la maravillosa profesora de música.
La preciosa historia está dirigida a un público joven, pero puede emocionar a todo tipo de espectadores, ya que su forma de tratar temas como la soledad, la amistad o la muerte es, sencillamente, mágica.

martes, 26 de mayo de 2009

Del mejor libro a la peor adaptación


Harry Potter y el prisionero de Azkabán constituye la tercera entrega de la serie Harry Potter, de J.K.Rowling. Fue publicado en 1999 y es, para muchos fans -entre los cuales me incluyo-, el mejor libro de la saga.
Ello se debe a que se trata del libro más divertido de los siete y, a la vez, del más intrigante y original. Harry ya no es un niño y debe enfrentarse a un terrible asesino fugado de la prisión de Azkabán. Un alto grado de misterio rodea la historia. Además, aparecen multitud de nuevos personajes que serán cruciales para la saga.
El libro fue llevado al cine en 2004 de la mano del director mexicano Alfonso Cuarón, quien dio una perspectiva completamente distinta a la de Chris Columbus, director de las dos primeras entregas. Cuarón potencia el lado adolescente de los personajes destacando, entre otros detalles, su cambio de vestuario (las túnicas pasan a ropa de marca). Cambios como estos atentan, en mi opinión, contra el espíritu de la saga.
El insuperable John Williams sigue al mando de la banda sonora y Steven Kloves se mantiene como guionista. Sin embargo, ambos se adaptan al estilo de Cuarón.
Entre los nuevos rostros del reparto destacan Emma Thompson como la graciosa profesora de adivinación, Gary Oldman, como el misterioso padrino de Harry, David Thewlis como el nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras, y Michael Gambon, en sustitución del fallecido Richard Harris. Si sumamos estos actores a los de las anteriores entregas, nos encontramos con uno de los repartos británicos más espectaculares de los últimos tiempos.
Personalmente, creo que la obra de Cuarón es una buena película -tal y como muestran sus merecidas nominaciones a los Oscar por la BSO y los efectos especiales-, pero que hay determinados fallos y escenas más que estúpidas que nunca debieron ver la luz del día.

viernes, 22 de mayo de 2009

El último dragón sin fuerza


Eragon es el primer libro de la saga El Legado, del joven escritor californiano Christopher Paolini. Al igual que muchos otros libros, trata la historia del último dragón, a la que Paolini da una nueva visión perfecta para el público juvenil.
Pese al éxito, la novela ha sido muy criticada. Y con razón: los personajes y las situaciones parecen una mezcla simplona de El Señor de los Anillos y Star Wars. Resulta curioso que un libro con tal falta de originalidad triunfe, pero lo cierto es que yo mismo acabo de comprarme el tercer libro, Brisingr, con lo que está claro que la saga no carece de interés por completo, pues deja por detrás a la mayoría de libros que han visto la luz en los últimos años referentes a magia, dragones y demás.
Ante la película, mi opinión es diferente. Ésta vio la luz a finales del 2007 y haría falta una vida entera para señalar sus fallos.
De entrada, si lo normal en una historia es contar con un planteamiento breve, un nudo extenso y una conclusión intensa, Eragon sería la excepción que confirma la regla: el planteamiento recorre media película, el nudo es prácticamente inexistente y la conclusión carece de emoción.
Por alguna razón, Stefen Fangmeier, director del film, decidió dejar de lado la mayoría de las escenas para aburrir con aquéllas por las que se decantó. El resultado no puede ser peor: las escenas se suceden sin sentido ni nexo de unión.
Sólo la fotografía se salva entre un equipo cuya contratación resulta inadmisible ante una película preparada para triunfar: los efectos especiales son pésimos (destacando la espantosa dragona), y tanto maquillaje como vestuario recuerdan a telefilm barato. Entre los poco conocidos actores destaca tan sólo Jeremy Irons (Oscar por El misterio Von Bullow) mientras que el inexperto Ed Speleers, elegido pare encarnar al protagonista, decepciona enormemente.
La conclusión de todo esto es clara: un libro como Eragon, si bien nunca será elogiado por los críticos, sí puede entretener a miles de lectores. A la hora de llevar al cine un libro de éxito debe invertirse dinero suficiente para ser fiel al libro y sacar máximo partido, ya que de lo contrario el resultado será un fiasco, así como una piedra en el zapato de la novela.

lunes, 11 de mayo de 2009

Narnia se oscurece

Con un equipo similar al de El león, la bruja y el armario, llegó en 2008 a los cines la segunda parte de la heptología Las Crónicas de Narnia, de C.S.Lewis. Se trata de El príncipe Caspian.
Aunque, según orden cronológico, se trata de la cuarta parte, los productores decidieron llevar al cine sólo aquéllos volúmenes que contaran con los hermanos Pevensie (encarnados por los deliciosos William Moseley, Anna Popplewell, Skandar Keynes y Georgie Henley) como protagonistas. A éstos se une el personaje que da nombre al libro, interpretado por Ben Barnes.
Sin embargo, han pasado siglos desde que los hermanos Pevensie entraran en Narnia, y ahora las criaturas mágicas han perdido terreno frente a malvados humanos. En manos de Caspian y los niños queda que Narnia recupere su grandeza.
Andrew Adamson decidió darle un carácter más bélico y menos infantil, pero no dejó de lado la fantasía ni la magia narniana. El resultado es una película de aventuras perfecta para cualquier amante del género, posea éste la edad que posea.

viernes, 24 de abril de 2009

Intriga religiosa


Pocos libros han dado más que hablar que El Código Da Vinci, de Dan Brown. Esta novela de misterios publicada en 2003 fue vista como una conspiración contra el Vaticano. Y no sin razón; yo mismo he de admitir que me sentí entusiasmado con los descubrimientos que fui haciendo al leerlo. Lo cierto, es que todo lo acontecido en el libro tiene sentido y, al fin y al cabo, podría ser real.
Pese a los ataques de la Iglesia Católica, la novela fue llevada a la gran pantalla en el 2006 de la mano del ganador del Óscar por Una mente maravillosa Ron Howard y con un reparto de lujo que incluía a Tom Hanks (sendos Óscar por Philadelphia y Forrest Gump), Audrey Tautou (Amelie), Ian McKellen (El Señor de los Anillos), Jean Reno (La pantera rosa) y Alfred Molina (Frida). Sin embargo. Si a esto sumamos la música del justamente oscarizado Hans Zimmer y la participación del propio Dan Brown en el guión, el resultado debería ser magnífico.
Sin embargo, la película no resultó lo esperado. Se hizo lenta y aburrida para quienes no habían leído el libro y bastante decepcionante para los que sí lo habían hecho. La poca fidelidad a éste es inaudita y los cambios del guión cambian la esencia de la novela; esto es especialmente sorprendente si tenemos en cuenta que se contó con Brown.
En definitiva: quizá el libro sea más best-seller que novela de calidad, pero engancha y sume al lector en una gran expectación. La película resulta bastante regular, lo cual me lleva a preguntarme cómo es que veremos Ángeles y Demonios en los cines este año de la mano del mismo equipo. Personalmente, mis únicas esperanzas residen en la intervención de Ewan McGregor (Moulin Rouge), lo que no se si será suficiente para que pierda dos horas de mi vida viéndola.
En cuanto al tema religioso, tanta preocupación del Vaticano sólo resta crecibilidad a una Iglesia cada vez más envejecida. Dejando a un lado la película, la novela resultará muy interesante para aquéllos que deseen tener una idea diferente (irreal, pero no menos que la establecida).

jueves, 16 de abril de 2009

Éxito de lectores y taquilla: Harry Potter


Publicado por primera vez en 1997, Harry Potter y la piedra filosofal es el primer libro de la heptología de J.K.Rowling. Para sorpresa de todos (Rowling confesó que los primeros párrafos fueron escritos en una servilleta), sus ventas fueron creciendo hasta situarlo como uno de los libros más leídos de la historia.
En 2001, la Warner decidió comprar los derechos y realizar la muy esperada adaptación cinematográfica. El resultado fue el esperado: dirigida por Chris Columbus, la película se convirtió en la segunda más taquillera de la historia, por detrás de Titanic. Además, los fans no se vieron desilusionados (al menos, no aquellos conscientes de que una película nunca será igual a un libro).
Los elegidos para encarnar al trío protagonista fueron: Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, que se mantendrían a lo largo de toda la saga como el valiente Harry, el fiel Ron y la inteligente Hermione. Además, se contó con numerosos actores de prestigio, como Richard Harris, Maggie Smith, Alan Rickman y Robbie Coltrane.
Aunque la película fue fiel al libro, hubo numerosos acontecimientos que se cambiaron y otros muchos que fueron eliminados. Pese a ello, la película mantuvo el espíritu de magia y amistad del libro, con una ambientación magnífica del colegio Hogwarts que no lograría superar ninguna de las secuelas.
La segunda entrega (Harry Potter y la cámara secreta, escrita en 1998) llegó al cine en 2002 con un equipo similar al de la primera. Aunque es la más fiel al libro, no tuvo tanto éxito como la primera (la cual obtuvo varias nominaciones a los premios Oscar y los Bafta, sin llevarse ningún galardón). Quizá por ello Columbus ya no se hizo cargo de más entregas (lo cual, en mi opinión, es una lástima).
Pese a que sería absurdo afirmar que Harry Potter sea la saga de libros mejor escrita de la historia, está claro que, no sólo engancha, sino que es capaz de sumergir a millones de lectores en un mundo maravilloso en el que todos querríamos adentrarnos. Su mayor logro consiste en haber introducido a tantos niños en el mundo de la lectura, algo que España le agradeció con el premio Príncipe de Asturias; incluso, se ha planteado hacerle entrega del premio Nobel. En mi caso, debo decir que no hay libro que me haya entretenido más, con lo que un premio así sería más que justo.
Pese a las muchas críticas que se le hacen (incluso, debo admitir, por mi parte), todos los aficionados a Harry Potter estaremos eternamente agradecidos con esta escocesa, que luchó por cambiar su vida publicando un libro, y con Chris Columbus, el único que ha captado la esencia del fantástico mundo imaginado por la autora.

lunes, 6 de abril de 2009

Magia narniana


El león, la bruja y el armario es el segundo libro -el primero, según el orden de publicación- de la heptología de Las Crónicas de Narnia del irlandés y amigo de Tolkien C.S.Lewis.
Aunque no es una saga muy activa y está dirigida a los más pequeños, los libros de Lewis, como sucede con los de Tolkien, están impregnados de una magia especial. Muy preocupado por el mundo y la naturaleza, Lewis incluye seres fantásticos, animales que hablan, árboles con sentimientos, etc. Por todo ello, cualquier lector puede disfrutar de sus libros.
El león, la bruja y el armario es uno de los libros más cinematográficos de la saga, pues incluye muchas aventuras y personajes. Por ello tiene sentido que la compañía Disney y Andrew Adamson, director de Shrek y Shrek 2, decidieran llevarlo al cine.
El reparto sólo destaca por Tilda Swinton y James McAvoy, pero todos los actores -con protagonismo de los más jóvenes- realizan un buen trabajo. Harry Gregson-Williams aporta una banda sonora fantástica, nominada a dos Globos de Oro, que ayuda a recrear la magia de Lewis.
Aunque hay algunos cambios entre el libro y la película, al ser aquél tan corto, ésta resultó bastante fiel. Como sucede con El Señor de los Anillos, la obra cinematográfica potencia las escenas épicas, pero en su conjunto, la adaptación ha sido buena (tanto que verla nada más leer el libro puede resultar aburrido).
Nominada a múltiples premios al sonido, el maquillaje, el vestuario y los efectos especiales y ganadora al Oscar al mejor maquillaje en 2006, la película tuvo buena acogida entre crítica y público, lo que se tradujo en la llegada de El Príncipe Caspian, cuarto libro de la saga -segundo por orden cronológico- a la gran pantalla el pasado año.
Aunque la película gustará a todo niño a quien atraiga la fantasía, el libro porta un espíritu que sólo algunas personas podrán descubrir: es necesario enfrentarse a él con ganas de ver el mundo de otra manera, de sentir emociones distintas y de soñar con una aventura fascinante.

miércoles, 1 de abril de 2009

Divertida y emotiva serie de catastróficas desdichas


Dirigida por el estadounidense Brad Silberling, Una serie de catastróficas desdichas está basada en los tres primeros libros de la saga del mismo nombre de Lemony Snicket (apodo del escritor también estadounidense Daniel Handler). Pese a recibir cuatro nominaciones a los premios Oscar de 2004, la película no es demasiado conocida.
Los libros de Lemony Snicket están plagados de momentos emotivos y, también, muy divertidos. Lo mejor de la película es que ha captado el humor del autor sin repetir casi ninguna gracia (lo que hace que nadie se pueda aburrir si lo lee tras ver la película).
La historia trata de tres niños huérfanos (interpretados por los maravillosos Emily Browning, Liam Aiken y Shelby Hoffman) increíblemente ocurrentes que deben pasar por diversos parientes: el malvado conde Olaf, el tontorrón tío Monty y la asustadiza tía Josephine, encarnados magistralmente por Jim Carrey, Timothy Spall y la gran Meryl Streep respectivamente.
Si el libro tiene su esencia en la curiosa narración de Snicket, la película destaca por el uso del color, difuminado y triste, que refleja aquello que las situaciones no hacen: la tristeza de perder a los seres queridos. Porque entre todos los momentos de risa, también ha muchos de reflexionar y emocionarse.
Personalmente, creo que ni el libro ni la película se han llevado el reconocimiento que merecen, pero puedo estar tranquilo por saber que yo los he disfrutado.

lunes, 23 de marzo de 2009

La película de El Hobbit ya es una realidad


En 2011 verá la luz una de las películas más esperadas de todos los tiempos. El Hobbit llegará al cine en dos partes de la mano de Guillermo del Toro y será fiel al espíritu de Tolkien.

Ya podemos afirmar que el sueño de todos los amantes de la Tierra Media se hará realidad: la versión cinematográfica de El Hobbit, novela que precede a El Señor de los Anillos, verá la luz en 2011. Además, se estrenará una película que enlace ambas historias sólo un año después, algo aún más esperado, pues podría narrar más a fondo el amor entre Aragorn y Arwen, la infancia de Frodo…, es decir, historias inéditas incluso en papel.
La dirección de ambas partes correrá a cargo del mexicano Guillermo del Toro (El laberinto del fauno), quien ha asegurado que será fiel a la historia, a la que dará un enfoque diferente al otorgado por Peter Jackson sin olvidar que se trata del “mismo universo”. Para ello ya ha empezado a documentarse sobre el mundo al que Tolkien dedicó su vida.
Jackson no deja los anillos de lado, sino que participará como guionista y productor. También repetirán Fran Walsh y Phillipa Boyens como guionistas y Alan Lee y John Howe como artistas conceptuales, mientras que Howard Shore seguirá al mando de la música. Todos ellos fueron premiados con merecidos Oscar por su participación en la trilogía, con lo que los fans del libro pueden estar tranquilos.
Sin embargo, la pregunta que todos se hacen sigue sin respuesta. Aunque Ian McKellen, Andy Serkis y Hugo Weaving han anunciado que repetirán como Gandalf, Gollum y Elrond respectivamente, el papel protagonista sigue en el aire. Los rumores han apuntado a conocidos actores como James McAvoy, Jack Black, Martin Freeman o, incluso, Daniel Radcliffe, pero todo indica –en especial, los citados candidatos– que aún tendremos que esperar un tiempo hasta saber quién encarnará al apreciado personaje.
Del Toro ha asegurado que se siente honrado por su elección y que las películas mostrarán multitud de criaturas interesantes, todas ellas creadas mediante las mismas técnicas utilizadas para la trilogía y aprovechando los avances de los últimos años. El rodaje de El Hobbit dará comienzo en 2010 y durará 370 días.
Por tanto, parece que, con la excepción de la dirección, todo se desarrollará del mismo modo que en la elogiada El Señor de los Anillos, con lo que es muy probable que las dos partes de El Hobbit repitan el éxito de la trilogía, tanto entre los críticos, como entre los incondicionales de la Tierra Media.

jueves, 19 de marzo de 2009

Pasión crepuscular


La recientemente estrenada película Crepúsculo está basada en el primer libro de la saga del mismo nombre de la estadounidense Stephenie Meyer, compuesta también por Eclipse, Luna Nueva y Amanecer. La escritora empezó hace poco a escribir el quinto volumen, Sol de medianoche, la visión de Edward del primer libro, pero empezaron a circular copias pirata por Internet y parece que fue tal el enfado de Meyer que esta historia no pasará al papel. Aunque la primera novela vio la luz en el año 2005, 2008 fue, sin duda, el año de Crepúsculo.
Estos libros han recuperado el tema vampírico, al que han dado una nueva perspectiva. Es esta visión del vampiro como una criatura fascinante y hermosa lo que ha llevado a esta saga a situarse a la altura de Harry Potter. Porque no es una simple historia de amor, ni una simple historia de vampiros, sino que mezcla ambos temas perfectamente.
Quizá se deba a que me esperaba algo horrible, pero lo cierto es que la primera película que se ha realizado, dirigida por Catherine Hardwicke, tiene bastantes aciertos. Sin embargo, son muchos también los desaciertos. Quizá, si se lo hubieran tomado con más calma habrían logrado que todo fuera acertado, pero aprovechar el tirón era importante.
Así, algunos personajes, como los vampiros Alice, Carlile y Esme, están magníficamente caracterizados. Otros, entre los que destaca Rosalie, dejan bastante que desear (se supone que ésta es la mayor belleza existente, pero en la película pasa desapercibida).
Y lo mismo sucede con los escenarios y situaciones: algunas han sido realizadas magníficamente, pero otras no tanto. Destaco en este punto el espectacular partido de beisbol entre vampiros, una escena brillante muy bien llevada al cine.
Pero lo que, en mi opinión, más destaca de la película es la nana en la que Edward vierte todo su amor hacia Bella y que, al fin y al cabo, lleva incluida toda la esencia de la historia. Por supuesto, un libro no puede mostrar una canción y por ello es tan importante que la película cumpla bien con su papel. Toda la BSO de la película ha sido realizada con acierto, pero la nana es, sencillamente, uno de los sonidos más bonitos que nunca he escuchado y, sólo por ello, doy las gracias por esta película y espero con ilusión el estreno de Eclipse este mismo año.

lunes, 16 de marzo de 2009

Los anillos toman el poder


De todos los libros que han sido llevados al cine, ninguno ha salido tan bien parado como la trilogía de El Señor de los Anillos, del escritor británico J.R.R.Tolkien, quien concibió la historia como una “mitología” para Inglaterra.
Las tres películas fueron dirigidas por el neozelandés Peter Jackson, quien también se encargo del guión y la producción junto a Barry M. Osborne, Philippa Boyens y Fran Walsh. La música corrió a cuenta de Howard Shore y la fotografía de Andrew Lesnie.
La clave del éxito de la trilogía está en que todo el equipo actuó al unísono y de manera brillante: las imágenes son impresionantes, la música llega al corazón, etc. y los actores, pese a que ninguno recibiera premio Oscar –algo muy difícil en una película coral, pero que, en mi opinión, hubiera merecido, al menos, Sean Astin– encarnaron a los personajes de forma asombrosa.
Así, Elijah Wood encarnó dulcemente a Frodo, el veterano Ian McKellen hizo renacer al mago Gandalf, Viggo Mortensen durmió junto a su caballo para que éste se acostumbrara a al personaje de Aragorn, Liv Tyler estaba más hermosa que nunca como la elfa Arwen, Sean Astin logró que el héroe escondido Sam resulte imprescindible, Dominic Monaghan y Billy Boyd lograron componer uno de los espíritus más alegres de la historia: el de los hobbits Merry y Pippin, Cate Blanchett transmitió todo su poderío a la mirada de Galadriel, Christoher Lee cumplió su sueño de encarnar a Saruman, Miranda Otto estuvo insuperable en su papel de Éowyn, Orlando Bloom y John Rhys-Davies se convirtieron en los inseparables Legolas y Gimli, Hugo Weaving puso su frialdad habitual en el abstraído Elrond, David Wenham mostró el buen alma de Faramir, Bernard Hill asumió el papel de un distinguido rey Théoden, Sean Bean personificó con maestría el carácter de Boromir, el mítico Ian Holm se convirtió en Bilbo, Brad Dourif se caracterizó como el horrible Grima, Karl Urban como el valeroso Éomer, John Noble como el perturbado Denethor y Andy Serkis encarnó a Gollum, una de las criaturas más reales del cine.
Por supuesto, no voy a decir que las películas sean mejores que los libros: no puedo elegir entre mi libro favorito y mi película favorita. La obra de Tolkien puede parecer una simple historia de aventuras y fantasía, pero es mucho –muchísimo– más que eso: transmite y enseña todos los valores que existen: valentía, amor, preocupación por la naturaleza, consecuencias de la guerra, lealtad, amistad, etc. Se trata de una triste concepción del mundo: al final, elfos, ents, magos, hobbits, etc. desaparecen para dar paso a los hombres; pero es una bellísima representación.
Algo así parece imposible de ser llevado al cine –de hecho, Ralph Bakshi realizó una pésima versión animada en 1978–, pero Peter Jackson y su equipo superaron todas las expectativas. Lograron que el espíritu de Tolkien se mostrara en imágenes y con toda la fuerza que permiten las técnicas cinematográficas (podría decir que consiguen que “la obra de Tolkien cobre vida”, pero me parece injusto negar a los libros la posibilidad de crear vida).
Hay cosas que un libro no tiene, como las imágenes: los buenos libros, como éstos, crean unas imágenes mentales magníficas que pueden superar las sensaciones de la realidad, pero las imágenes cinematográficas son otra historia. Las películas de El Señor de los Anillos tienen unas imágenes espectaculares y presentan una música conmovedora que no podría acompañar mejor, algo de lo que un libro carece.
El equipo ha recreado el mágico universo de la Tierra Media (el magnífico lugar en que transcurre la trilogía): todos los escenarios (desde el bello Lothlórien a la oscura Moria) y los trajes (de los esbeltos vestidos de Arwen a las brillantes armaduras de los soldados de Gondor) han sido creados con sumo detalle: el bordado de una manga de la capa de Legolas parece un detalle insignificante, pero todos esos detalles son los que hacen a la Tierra Media tan real. El ambiente creado es fascinante y tanto el lector del libro como el espectador de la película se sumergen en un mundo de magia y luchas entre el bien y el mal (parece lo típico, pero pocos libros o películas tratan este tema de forma que su público sea realmente consciente de ello).
Por todo ello, no es de extrañar que la trilogía en su conjunto haya recibido 30 nominaciones y 17 premios Oscar. A mi parecer, la Academia tardó en reaccionar, pues las dos primeras partes no se llevaron los galardones merecidos y tuvieron que limitarse a premios menores: La Comunidad del Anillo recibió 14 nominaciones, pero sólo 4 premios y Las Dos Torres fue vencida por la simpleza de Chicago. Por suerte, El Retorno del Rey fue galardonada con todos los premios a los que fue nominada subiendo al podio de películas más oscarizadas junto a Ben Hur y Titanic y me atrevo a añadir que, si hubiera sido nominada –tal y como merecía– a mejor fotografía y actor secundario (Sean Astin) hubiera batido el récord de galardones.
Sin embargo, muchísimo más importante que los premios es el haber conseguido que los seguidores de los libros queden eternamente agradecidos con Peter Jackson y todo el equipo, pues han creado una obra magnífica e insuperable que tiene merecido un hueco en la Historia del Cine, tal y como la obra de Tolkien lo tiene en la Historia de la Literatura.

jueves, 12 de marzo de 2009

Bienvenidos


Hola a todos. Llevaba mucho tiempo queriendo hacer esto y por fin me he animado. Este espacio comienza como un blog en que comentaré el paso de grandes libros a grandes –y no tan grandes– películas. Esas son las Historias de Cristal, aquéllas que deben tratarse con mucho cuidado si no se quiere romperlas (la adaptación al cine puede hacerlas brillar como nunca, pero también destrozarlas por completo). Sin embargo, no me limitaré a eso, sino que aprovecharé para hablar de cine y literatura en general e, incluso, de cualquier otro tema. Por supuesto, lo aquí presente será mi opinión (aunque, eso sí, bien argumentada) y no debe tratarse como la única realidad, sino sólo como eso. Todo comentario, tanto a favor como en contra de mi opinión (la cual puede cambiar si recibe una buena explicación) será bien recibido, pues también me servirá a mí para aprender y reflexionar. Gracias a todos. Juan.